viernes, 11 de abril de 2008

Ido .

Lo virginal te deja de seducir y ahora te obnubilas colgado en la obscenidad de la paz mientras miras las imperfecciones del cielo infinito y en el Walkman te encapsula “Strawerry Fields Forever”. Tomas aire, retenes y el sabor aterciopelado otra vez te saca una sonrisa, lentamente las brisas se convierten en tornados, los amigos en humoristas y las paranoias en taquicardias, hasta que cae la luna y como un gato vagabundo, volves con los ojos agazapados caminando por la calle de las caras borrosas hasta la esquina de tu habitación, con tu guitarra, tus libros y vos.